La resurrección de la Hammer

Qué aficionado al cine fantástico y de terror que se precie no ha disfrutado con alguna de las películas que produjo la compañía inglesa Hammer Films de mediados de los 50 a finales de los 70. Dedicada al principio al cine de intriga y aventuras, el éxito de Quatermass (The Quatermass Xperiment) en 1955, hizo que la Hammer centrase su producción en las temáticas fantasticas y, sobre todo, en el terror. La productora nos dejó grandes joyas del género como La Maldición de Frankenstein (The Curse of Frankenstein, 1957), Drácula, Principe de las Tinieblas (Drácula, Prince of Darkness, 1966), ¿Qué sucedió entonces? (Quatermass and the Pit, 1967) o Capitán Kronos, Cazador de Vampiros (Captain Kronos – Vampire Hunter, 1974). Lamentablemente, la empresa dejo la producción cinematográfica en 1979 para centrarse en el mercado de la televisión, para cerrar definitivamente en 1986.

Pero, al igual que sus monstruos, la Hammer se resiste a quedarse quieta en su tumba. Se ha anunciado recientemente la adquisición de la productora por parte de Cyrte Investments BV, propiedad de John De Mol (papá de la franquicia Gran Hermano; eso sí que acojona). Ya han anunciado una inversión de 50 millones de dólares para la producción de tres películas al año, con la intención de mantenerse fieles al estilo que convirtió a la Hammer en un icono del terror. Esperemos que sea verdad, y que contribuya a revitalizar el género, que últimamente se está estancando en un mar de continuaciones y remakes. (Lo sé, siempre acabo mencionando los remakes. Es superior a mí, lo siento). Yo, por mi parte, espero con ansiedad que comience la producción.